miércoles, 19 de junio de 2013

DE PECADO VENIAL A PECADO MORTAL

Un lugar tan cosmopolita,
Con muchos rostros a mi derredor,
De todos las personas por mirar,
De todas las personas por conocer.
Ahí estabas tú.


Yo a la vista, una mujer plañidera
Devota a la religión, devota a la institución que llaman
Iglesia;
Devota al amor de mi difunto esposo.

Fui caudillo de ti, de tu viva mirada
Tanto así… que no me importó en la
Aflicción que para esos días apenaba mi alma

Me deje deleitar de tu sonrisa tan suspicaz, de tu
Cuerpo tan bien definido; de tu rostro tan angelical.

Eras un simple obrero, joven y lleno de energía
Y yo una viuda, pasada de edad.

Pasaba todos los días por la construcción, sólo para verte
Hombre del rostro angelical.
Me lanzabas una sonrisa que me hacía sentir especial.
Dios me perdone por este pecado venial.
Pero es que solo con verte me imaginaba
Contigo jugando a ser Adam y Eva.

Todos los días hacía lo mismo, a excepción de ese día
A ese excepción de ese martes negro
De mi bolso saque un pañuelo, limpie el cristal
De mis anteojos mohosos
Y era cierto, estabas abrazando a otra.
En ese momento solo te vi de manera Ignominiosa

Quise acabar contigo, joven del rostro angelical.
Pero controle mis estribos, seguí mi camino
Prometiendo que a la tarde regresaría

A la hora del crepúsculo, como lo prometí ahí estaba
Esta vez decidida al fin escuchar tu voz,,
Pavorosa me encontraba, pero me supuse no te
Opondrías a venir, y ayudar a esta mujer pasada de
Edad con esta carga pesada.

No me equivoqué, el joven del rostro angelical
Guardaba aun un poco de bondad, que para esa época
Estaba en vía extinción.

Me acompañaste a la vereda.  Te pregunté tu nombre
Respondiste Miguel, y dije Ángel voltea.
No alcanzaste a decir nada, caíste al suelo
Tenía que mistificar tu rostro, pero no si antes anatemizaba
A la mujer que encandiló el corazón del hombre del rostro angelical




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