No sé por donde empezar, desde la última vez que escribí pasaron montones de cosas, este viaje cada vez más se hace más inolvidable; intentaré ser lo más cronológica posible. Unos días después desde mi último post sin pensar en lo que hacía, decidí irme a Bariloche con un grupo de compañeros de intercambio, fueron casi 24 horas de viaje en un bus con personas de nacionalidades alemanas, daneses, austriacas, mexicanas, brasileros, italianos, franceses, estadounidenses, argentinos y por supuesto colombianos. Para ser sincera al principio cuando la gente empezó a interactuar no me sentí muy cómoda, eso de romper el hielo no se me da de a mucho, pero ya después a medida que iba probando el "jugo del amor" (Vodka+Jugo=Locura) me fui acoplando a mis compañeros de viaje. En el camino pude practicar mi inglés, pobre una parrilla deliciosa e inclusive intenté enseñarles champeta (Un ritmo que se baila mucho en la costa colombiana) a un italiano y a un argentino pero no pudieron (fue muy chistoso a decir verdad, me recordó cuando a mi cuando intento bailar salsa bien). Después de mucho jugo del amor, música e interacción con las personas, llegamos a Bariló (es el lugar más lindo que he visto hasta el momento) por donde lo mires es hermoso, su infraestructura. Sus paisajes te dejan breath taking (Sin aliento) conocí el Cerro Campanario, el centro de Bariló y lo mejor del viaje Cerro Catedral, fue ahí donde también pude ver la nieve y esquiar por primera vez (ambas experiencias que no tienen comparación, aunque me dio tristeza encontrar botellas de plástico, colillas de cigarillos, mecatos tirados en la nieve). Desde ese viaje seguí en contacto con algunos conocidos, con los que seguí saliendo.
A mi regreso continué saliendo a boliches (discotecas) y conociendo un poco más de la capital de Argentina (Aún me falta conocer el estadio del boca por dentro, el del River, la feria de San Telmo, el Rosedal, Jardín Japonés y el Botánico. En cada salida, también he conocido más personas de diferentes nacionalidades y me doy cuenta que es lo que siempre he querido conocer sobre otras culturas. Irse de tu país por un tiempo es algo que siempre recomendaré, no importa que te toque cocinarte o lavar, limpiar la cosa (eso es lo de menos en comparación con todo lo que se aprende). Ya ha pasado un mes de Barilo, aspiro para finales de octubre conocer Iguazú y en noviembre quien quita que pueda ir a Brasil (vamos a ver como me va con eso).
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