Sofía:
Uno de los mayores defectos de
los humanos es que sufrimos por aquello que no tenemos, mientras descuidamos lo
que tenemos ahí. Yo por mi lado era de esas personas que siempre se quejaba
porque sentía que nunca iba a encontrar a alguien con quien compartir. Para esos
días se acercaba El Día de los Enamorados y no sé porque pero siempre para esa
festividad, terminaba en mi cama, viendo esas películas masoquistas que no
muestran a ese hombre que la mayoría anhelamos.
Aunque para ese día a diferencia de otras veces, los planes habían cambiado, mis
amigas insistieron en que saliera, y después de tanto pensarlo terminé
accediendo. ¿Qué era lo peor que podía pasar? ¿Enamorarme a primera vista?
Mateo:
Dicen que ser hombre es más
fácil, no menstruamos, no nos embarazamos y finalmente terminan con la frase
que no puede faltar en una conversación de mujeres: “Todos los hombres están cortados con la misma tijera”. En fin
podría hacer una larga lista de las cosas malas que dicen acerca de nosotros,
pero también podría hacer una lista de todo lo que daríamos por las mujeres, lo
mucho que nos gusta verlas sonreír, lo
mucho que nos encanta verlas ponerse celosas. Y al final incluiría que nosotros
también sentimos, que no es que olvidemos fácil, es que tampoco nos gusta ver
como muchas veces se aprovechan del cariño que les tenemos. Yo acababa de salir de una relación que no
terminó en los mejores términos. Para esos días se acercaba El Día de los
Enamorados. Si una fiesta comercial, si
pero no negaba que creaba esa necesidad de querer pasarlo con alguien especial.
Por desgracia no lo encontré así que decidí salir con mis amigos.
Sofía:
El Día de los Enamorados había
llegado, y como de costumbre mis amigas llegaron, prendieron el equipo para
ponernos en ambiente y nos empezamos a cambiar. El espejo fue el protagonista,
porque aunque no tuviéramos citas, como muchas queríamos llamar la
atención. Cuando finalmente estuvimos
listas, antes de salir Fernanda dijo que nos había traído un obsequio, los tiró en la
cama y nuevamente dijo: De todos los colores y sabores, ustedes saben la
palmadita de la buena suerte.
Mateo:
Estaba ansioso porque empezara la
noche, no sabía por qué. Simplemente tenía un buen presentimiento. A las 10:00
p.m. había acordado encontrarme en la discoteca con mis amigos.
A las 10:10 p.m. Sofía y Mateo
cruzaron miradas, sin que fuera motivo de relevancia en sus vidas. La noche
estaba cumpliendo sus expectativas. Cada
uno se divertía, mientras Fernanda y Nicolás un amigo de Mateo, se conocían en
la barra, lo que daría pie para finalmente que Sofía y Mateo cruzaran más que
miradas. A las 3:00 a.m. cerraron el establecimiento, pero el grupo aun se
encontraba animoso, así que decidieron ir a la casa de Nicolás. Bueno al parecer no todos se encontraban tan
animosos, Sofía y Mateo decidieron salir al patio y meter los pies en la piscina.
Sofía estudiaba psicología, Mateo
era fotógrafo. A ambos les gustaba el jazz, Mateo conocía un poco acerca del
tantra, Sofía conocía poses de kamasutra. Ambos odiaban el día de los
enamorados y sobretodo Sofía tenía un condón. Sofía halo a Mateo al baño que quedaba por la
piscina. ¿Qué era lo peor que podía pasar? …
En la mañana, Mateo se había
despertado con resaca, había olvidado como había llegado al baño. Se quiso ver
al espejo pero no pudo, estaba roto. Se quiso lavar las manos, pero su sorpresa
fue que estaban manchadas de sangre, todo cada vez más era confuso. Como pudo salió del baño y al hacerlo vio a
sus amigos con las mujeres que había conocido en la discoteca. Junto a ellos el
cuerpo de Sofía. Finalmente Mateo entendió lo que sucedía.
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