miércoles, 21 de noviembre de 2012

MONÓLOGO DE LA SOLEDAD


Después del frío  invierno, ¿Qué queda?
El cantar de las aves y la luz del sol
O simplemente prefiero ser como las personas
Del mito de las cavernas, para quedarme
Dentro y no llegar a la realidad.

Entonces, preferir las ansias del  después de cada invierno
O vivir entre sombras, llena de miedos que me llevan a un sufrimiento incomparable.
Opto por la segunda  opción,creyendo ser esa la mejor solución


Pasarme una vida entera, escribiendo poemas como
Aquella mujer que murió sola en compañía de recuerdos
Acerca del desamor.

¿Y si eso, no es lo que quiero para mí? Por qué me inspiro en
Ello?
Quizás  no sea así, quizás … Si quiero escalar esa montaña
Y ver que encuentro. Quizás aún sueño con él que maniobra
Aquel faro.

Quizás lo hago, porque pienso que aquel que lea esto, se enamore
De mis palabras, que nada de esto sea en vano.

Que mi desdicha sea compartida, ¿Es tan egoísta pedir esto?
No lo sé, sólo quiere que aquel que lea esto se enamore de mis
Palabras, que al menos sea imaginada, pensada soñada
Que si no puedo ser real, que al menos sea épica
¿Consuelo o alivio?

Todo esto lo hace el sufrimiento, maldito que me quita
El aliento.Pero que al mismo tiempo es mi pilar. Mi increcendo
Mi increcendo a la eternidad pero mi olvido a los vivos sentimientos.

Olvido que no me hace bien, pero no se puede tenerlo todo, ¿cierto?

¿Entonces avivo el pilar o hago omisión de aquello que llaman felicidad efímera?
Misterios del cual prefiero no hablar.
Misterio que se las dejo a ellos, a ellos que tanto buscan y siguen insastisfechos 
con los resultados.

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