APRENDE A QUERERTE

No hay felicidad más  grande que aceptarse  tal cual somos, porque de ahí se desprende todo. Porque al aceptarte, finalmente sabrá quién eres y no irás por la vida, esperando que pase lo que tenga que pasar. Hay personas que envidian la fortalezas de otras, eso no es malo, pero no nos podemos pasar la vida anhelando lo que no tenemos, sino luchar por ello, a unos les resulta más fácil  que otros enfrentar los problemas. A aquellos  que les resultan difíciles, que sienten que no encajan en este mundo, y que están esperando por alguien que los ayude, les digo que eso es el peor error, porque pueden acudir a muchas personas, que siempre les dirán lo mismo, la respuesta está en ustedes, siempre la ha estado. Lo importante es tener fuerza de voluntad, no vayan a ser como el drogadicto, que espera a tocar fondo, para darse cuenta en el hueco en que se encuentran. No es fácil, no les voy a mentir, yo estoy pasando por lo mismo, y llevo años preguntándome, porque me siento así, ¿Por qué unos días me siento de lo mejor, y otros en que no quiero ni despertar? Y le pregunto a Dios que ¿Por qué me mantiene aquí? Definitivamente, son preguntas que no me van a ayudar en nada, sino todo lo contrario. Traten de cambiar, pero no se queden en un laberinto sin salida y sintiéndose la peor persona del mundo. Si a pesar de tener fuerza de voluntad, pero sienten que nos es suficiente y que les falta un poco más, busquen ayuda. Comiencen con cosas pequeñas, como poner mensajes positivos, en sus hogares donde más se vea, si se sienten muy mal busquen un amigo que los haga reír, salgan, pero no se queden sufriendo. Créanme el problema no es tan grande, como lo quieren plantear. La vida no es fácil, nadie lo ha dicho que lo fuera, pero nadie dijo que no se podía disfrutar a pesar de las adversidades. Hoy comienza por preguntarte ¿Quién soy yo? ¿Cuáles son mis debilidades y fortalezas? ¿Qué es lo que me gusta y que es lo que no? ¿Cuáles son mis límites? Puede sonar tonto, pero por qué no lo intentan, antes de descartarlo. Y recuerden nadie es más que nadie, no se dejen menoscabar por ninguna persona, háganse valer sin rebajarse. Por último, disfruten de su paso por la vida, que es más corto de lo que piensan.